El secreto de los juegos. Buscando la inspiración II
Las conspiraciones me chiflan. Reconozco que les dedico algún tiempo y me dejo convencer con su compleja simplificación y su poso de duda que hace que se dispare mi imaginación. Bien contadas estas historias se comportan como nuevos mitos. Son verdaderos catalizadores de la premisa ¿Y si...? con la que surgen muchas de las mejores historias. Hace unos años, durante una partida de rol que dirigía, quise plantearles a mis amigos varios enigmas a resolver. Investigué un poco y me topé con un código secreto de los Templarios que usé para ocultar adivinanzas que fuera de la partida no tenían sentido. De pronto, sufrí una epifanía, mientras escribía el guion, me vino a la mente el juego de piedra, papel, tijera y algo me decía que si tiraba por ahí iba a encontrar una idea estupenda. Se trataba, en el fondo, de descolocar a los personajes jugadores con una revelación que les hiciese plantearse la realidad tal y como creían conocer. Piedra, papel, tijera que juego más sencillo ¿Cual es su o